San Isidro, 14 de mayo. A medida que la temporada de golf comienza a aumentar, la mayoría de los campos de golf, debido a la pandemia de COVID-19, son mantenidos con una fracción del personal de mantenimiento habitual. 

Algunos campos ya han tomado medidas para reducir el presupuesto de mantenimiento 2020 en previsión de un déficit de ingresos este año.

Si bien, y debido a la situación actual, se está implementando el mantenimiento del campo de golf con menos empleados y menos recursos como un ajuste a corto plazo, la realidad es que esto podría convertirse en el modelo comercial en algunos clubes. 

A pesar de que los clubes pueden ofrecer buenas condiciones con un equipo de mantenimiento reducido, las expectativas de los golfistas respecto a las condiciones de juego del campo deberán ajustarse en consecuencia. 

Qué esperar en el corto plazo

Con la excepción de los campos de golf ubicados en lugares cálidos durante todo el año, la primavera es un momento (NdT: fines del verano para nosotros) en que los trabajos de mantenimiento comienzan a cambiar de actividades especiales fuera de temporada a un mantenimiento más rutinario que prepara el campo para el juego diario. Incluso durante un año típico, el mantenimiento en esta época del año es un desafío debido al clima impredecible y una larga lista de tareas pendientes. 

Tenga en cuenta que, debido al COVID-19, menos empleados trabajan menos horas. Y los desafíos logísticos diarios para acomodar el distanciamiento social y muchos otros obstáculos, hacen que inevitablemente la productividad se vea afectada. Entonces, ¿qué pueden esperar los golfistas a corto plazo esta temporada?

Los superintendentes están ajustando los programas de mantenimiento para maximizar los recursos disponibles actualmente. Una estrategia que se está implementando en algunos campos es cortar a alturas ligeramente más altas de lo normal, de manera que los intervalos de corte se pueden extender y así permitir que se completen otras tareas. Desde el punto de vista de la jugabilidad, las alturas de corte más altas probablemente resulten en velocidades de greens más lentas, menos rodamiento de la pelota en los fairways y roughs más desafiantes.

Los golfistas también podrán observar recortes de césped en el rough y los fairways, esto se debe a que para un equipo de mantenimiento más reducido limpiar estos recortes no es una prioridad.

Muchos campos han comenzado a cortar los greens con máquinas triplex para ahorrar mano de obra

El corte de greens con máquinas manuales requiere a menudo entre cuatro y seis empleados, dependiendo del tamaño de los greens, mientras que el corte con triplex solo requiere uno o dos miembros del personal.

Las mejoras tecnológicas de las máquinas triplex permiten producir la misma calidad de corte que las máquinas manuales pero en menos horas de trabajo. Los golfistas pueden notar patrones de rayas más anchas en los greens, pero esto es solo cosmético. Como referencia, se han utilizado máquinas triplex en numerosos campeonatos de la USGA para cortar los greens. No hay duda de que se pueden lograr muy buenas condiciones de juego cuando se usan máquinas triplex.

El rolado a menudo se utiliza para mejorar las condiciones de juego de los greens, pero el rolo requiere un operador calificado. Cuando en el campo de golf se reducen los recursos de mano de obra, se deberá tomar una decisión sobre dónde se ubica el rolado en la lista de prioridades. Esto no quiere decir que a lo largo de la temporada de golf no se pase el rolo por los greens, pero es probable que sea necesario ajustar la frecuencia con la que se realiza. Algunos superintendentes optaron por alternar entre corte y rolo, para reducir el estrés del césped cuando los recursos son limitados. Esta estrategia ha demostrado ser exitosa en los campos donde se ha implementado.

En ésta época también se realizan aplicaciones de productos fitosanitarios para el control preemergente de malezas, control de insectos, control de enfermedades y prevención de manchas secas localizadas. Respetar los momentos de aplicación es crítico cuando se aplican estos productos y, dependiendo de la disponibilidad de mano de obra, es posible que algunas aplicaciones deban realizarse fuera del período de tiempo ideal u omitirse por completo. Los golfistas no deberían sorprenderse si este año ven más malezas,  daños por enfermedades, insectos o manchas secas localizadas.

Probablemente los jugadores vean una mayor presión de malezas en las áreas nativas. Incluso durante un año promedio, el control de malezas en áreas nativas es un desafío para la mayoría de los campos. Dadas las circunstancias actuales y el hecho de que estas áreas generalmente no están en juego, cualquier expectativa para el control de malezas en áreas nativas debe quedar en segundo plano.

Algunos campos también pueden pensar en expandir sus áreas nativas, de manera de reducir el tiempo dedicado a cortar el rough. (NdT: Esto no es recomendable en zonas afectadas por mosquitos)

A medida que avance la temporada, habrá algunas áreas del campo que no se mantendrán tan intensamente. Esto incluiría trabajos específicos como el corte con trimmer o bordeadora alrededor de los árboles y los cursos de agua, o mantener macizos de flores. No es que estas áreas pasen desapercibidas, pero tienen poco impacto en el juego. Con el tiempo, estas áreas recibirán atención, pero debe haber una comprensión de por qué no ocupan un lugar destacado en la lista de prioridades cuando el tiempo del personal y los recursos de mantenimiento son muy limitados.

En circunstancias normales, muchos campos dedican más recursos al mantenimiento de bunkers que a los greens. En este momento, con menos mano de obra y recursos disponibles en la mayoría de los campos el mantenimiento de los bunkers no se realizará con tanta regularidad. Esto puede implicar cambiar de rastrillado manual a rastrillado mecánico, o implementar el “método australiano”, en el que solo se rastrilla la parte inferior de cada búnker y las caras y los bordes del búnker se alisan, o rastrillar completamente los búnkeres con menos frecuencia y solo tocando los sectores que fueron perturbadas la mayoría de los días. De todos modos, si un tiro termina en un búnker, no es donde el golfista pretendía que aterrizara y no es necesario que el asiento de pelota ser perfecto. Como dijo el viejo Tom Morris, “los búnkeres no son un lugar de placer, sino de castigo y arrepentimiento”.

En el caso de experimentarse fuertes lluvias y producirse lavado de búnkeres, llevará tiempo repararlos. Dependiendo de la gravedad de los lavados, puede tomar más de 100 horas de trabajo reparar los bunkers. No se sorprenda si solo se reparan inicialmente los bunkers de los greens y los bunkers de fairways se reparen unos días después. Se deberá encontrar un equilibrio entre todas las demás tareas de mantenimiento y la reparación de los bunkers en función de los recursos disponibles.

Probablemente tenga que cambiar el momento de ciertas tareas de mantenimiento, y los golfistas deberán acostumbrarse a ver y tolerar a que ciertas de éstas tareas se efectúen durante el juego. Muchas prácticas de mantenimiento generalmente están programadas para temprano en la mañana, pero la necesidad de completar las mismas tareas de mantenimiento con menos empleados obligará a algunas prácticas a ser programadas como segundas o terceras tareas más tarde en el día. Los golfistas deben asumir la responsabilidad de practicar la etiqueta adecuada hacia los empleados de mantenimiento.

Muchos campos de golf han realizado cambios para reducir los puntos de contacto entre los jugadores. Esto incluye quitar rastrillos de los bunkers, quitar las astas de bandera, accesorios para sacar las pelotas del hoyo sin que los golfistas metan la mano, limitar el uso del carrito y quitar los accesorios del campo como lava pelotas. Si solo se permite una persona por carro, las rondas serán más cortas, pero el tráfico adicional tendrá serias consecuencias para la salud del césped. Si se implementa la política de un usuario por carrito los golfistas probablemente notarán, como consecuencia del aumento del tráfico, patrones de desgaste e incluso la pérdida de césped. Si esto es algo que se convierte en una política a largo plazo, deberán implementarse nuevas estrategias para administrar el tráfico de carritos.

Qué esperar en el largo plazo

En algunos campos, los responsables de tomar las decisiones mirarán hacia atrás el 2020 como un período temporal de ajustes para mantener un campo de golf con personal reducido y menos recursos, mientras que otros campos, pueden encontrar que los cambios realizados este año se conviertan en su nuevo modelo de negocios. Para aquellos campos que decidan cambiar permanentemente, y efectuar el mantenimiento con menos personal, muchos de los ajustes que se acaban de describir se convertirían en estándar.

Si la decisión es continuar trabajando con una fuerza laboral más reducida, dejar de realizar las labores básicas no puede convertirse en una norma.

Las prácticas culturales, como la aireación y el topdressing, a menudo se reducen cuando los campos se ven obligados a hacer menor mantenimiento. Pero es fundamental asignar tiempo en el calendario de golf para efectuar estas tareas. De hecho, con menos empleados estas mismas prácticas necesitarán más tiempo.

Es posible implementar estrategias como trabajar con contratistas para realizar la aireación, de manera que se pueda completar en un período de tiempo más corto y afectar menos el tiempo de juego.

Los golfistas y los responsables de tomar decisiones deben darse cuenta de que las prácticas culturales son como cambiar el aceite de un automóvil. Si se conduce un automóvil 50,000 millas sin cambiar el aceite puede ocurrir una falla catastrófica en el motor. De igual manera, no llevar a cabo las prácticas culturales resultará en el deterioro del césped y la mala calidad del juego. Es posible hacer ajustes temporarios para atravesar el 2020, pero esto no puede convertirse en el nuevo estándar de mantenimiento.

El hecho de que el campo de golf se mantenga con menos empleados no significa que no sea necesaria una planificación a largo plazo. Es comprensible que la planificación a largo plazo se suspenda temporalmente en 2020, pero el éxito a largo plazo de un campo de golf dependerá de continuar invirtiendo en proyectos de mejora, especialmente aquellos que pueden conducir a un ahorro de mano de obra. Esto podría incluir la reducción del número de bunkers, la eliminación de rough intermedio o incluso el cambio de césped en los fairways por una variedad mejorada que requiere menos insumos para su mantenimiento. Si bien se requiere una inversión para proyectos como estos, el retorno de la inversión se puede lograr en unos pocos años y los fondos se pueden reasignar a otras áreas del campo de golf.

Es difícil predecir cuánto tiempo impactarán en el campo los cambios del 2020. Una cosa es segura, los ajustes debidos a la pandemia de COVID-19 tendrán consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Los superintendentes de campos de golf ya han comenzado a adaptarse a los desafíos que enfrentan a diario y continuarán a medida que se encuentren nuevos en el camino incierto que les espera.

NdT: Así como el superintendente y todo su staff están trabajando para ofrecerle la mejor cancha posible cuando regrese a su club, el club hoy más que nunca necesita de su apoyo.  No deje de apoyar a su club.

Escrito por: Zach Nicoludis, agrónomo de la USGA en la Región Central – USGA Green Section Record, abril de 2020

Traducción: Guillermo Busso

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